doi: 10.56294/shp2024396
Revisión
The importance of sleep hygiene in the treatment of fibromyalgia
Importancia de la higiene del sueño en el tratamiento de la fibromialgia
Yamila Abib Picaso1 *, Karina Bustamante Galarza1 *
1Universidad Abierta Interamericana, Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, Carrera de Medicina. Buenos Aires, Argentina.
Citar como: Abib Picaso Y, Bustamante Galarza K. The importance of sleep hygiene in the treatment of fibromyalgia. South Health and Policy. 2024; 3:396. https://doi.org/10.56294/shp2024396
Enviado: 06-05-2024 Revisado: 20-08-2024 Aceptado: 11-12-2024 Publicado: 12-12-2024
Editor:
Dr. Telmo Raúl Aveiro-Róbalo
Autor para la correspondencia: Yamila Abib Picaso *
ABSTRACT
Fibromyalgia is a complex medical condition characterised by chronic pain, fatigue and sleep disturbances. It was highlighted that non-restorative sleep aggravated pain perception, establishing a vicious cycle between the two. It was explained that this disease mainly affected adult women and that hypersensitivity to pain was influenced by neurochemical, psychological and emotional factors. The importance of non-pharmacological strategies, such as sleep hygiene, was emphasised, as these have been shown to improve sleep quality, reduce pain and promote emotional well-being. Finally, it was concluded that a biopsychosocial approach was essential for a comprehensive treatment of fibromyalgia, taking into account both the clinical aspects and the subjective experiences of the patient.
Keywords: Fibromyalgia; Pain; Sleep Disorders; Emotions; Sleep Hygiene.
RESUMEN
La fibromialgia como una condición médica compleja, caracterizada por dolor crónico, fatiga y alteraciones del sueño. Se destacó que el sueño no reparador agravaba la percepción del dolor, estableciendo un ciclo vicioso entre ambos. Se explicó que esta enfermedad afectaba principalmente a mujeres adultas y que la hipersensibilidad al dolor era influida por factores neuroquímicos, psicológicos y emocionales. Se subrayó la importancia de estrategias no farmacológicas, como la higiene del sueño, que demostraron mejorar la calidad del descanso, reducir el dolor y favorecer el bienestar emocional. Finalmente, se concluyó que un enfoque biopsicosocial resultaba fundamental para abordar integralmente la fibromialgia, considerando tanto los aspectos clínicos como las experiencias subjetivas del paciente.
Palabras clave: Fibromialgia; Dolor; Trastornos del Sueño; Emociones; Higiene del Sueño.
INTRODUCCIÓN
La fibromialgia (FM) es una condición médica compleja y debilitante que afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente a mujeres en edad adulta. Caracterizada por dolor crónico generalizado, fatiga intensa, alteraciones cognitivas y trastornos del sueño, la FM representa un verdadero desafío tanto para quienes la padecen como para los profesionales de la salud que la abordan. Entre todos los síntomas que presenta esta condición, el sueño no reparador juega un papel central, no solo como consecuencia del dolor, sino también como un factor que lo agrava. Este trabajo aborda la estrecha relación entre el dolor en la fibromialgia y los trastornos del sueño, explorando sus mecanismos fisiológicos y emocionales, así como la relevancia de estrategias no farmacológicas como la higiene del sueño para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
DESARROLLO
La fibromialgia (FM) es un síndrome de dolor crónico generalizado caracterizado por síntomas como fatiga persistente, alteraciones del estado de ánimo, disfunciones cognitivas y, especialmente, trastornos del sueño.(1,2) Su diagnóstico es clínico, debido a la falta de pruebas específicas, y suele basarse en los criterios del American College of Rheumatology (ACR).(1) Esta condición afecta principalmente a mujeres adultas, interfiriendo notablemente en su calidad de vida y funcionalidad diaria.(3,4)
El Dolor en Fibromialgia y su Naturaleza Multidimensional
El dolor en FM es de naturaleza subjetiva y está profundamente influido por factores psicológicos, neuroquímicos y conductuales.(5) Estudios como los de Lautenbacher et al.(6) y Moldofsky(7) señalan que las personas con FM presentan una hipersensibilidad del sistema nervioso central, lo cual se refleja en una mayor percepción del dolor frente a estímulos menores o incluso en ausencia de estímulos nocivos.
En relación con los mecanismos fisiológicos del dolor, Moldofsky(8) propone que existe una desregulación de los procesos de modulación del dolor, influenciada por trastornos en el sueño profundo. En línea con esto, Staud y Spaeth abordan la función de neurotransmisores como la serotonina, dopamina y melatonina, cuya disminución está asociada a una mayor sensibilidad al dolor y trastornos del estado de ánimo.
Numerosos estudios han demostrado que la calidad del sueño está fuertemente asociada a la percepción del dolor en pacientes con FM.(9,10) Smith y Jones(5) identificaron que los pacientes con peor calidad de sueño reportan niveles significativamente más altos de dolor, además de un deterioro funcional y emocional. Esto evidencia la existencia de un ciclo vicioso donde el mal dormir incrementa la percepción del dolor y, a su vez, el dolor impide alcanzar un sueño reparador.
Moldofsky(7) fue uno de los primeros en proponer que la intrusión de ondas alfa durante el sueño delta en pacientes con FM interfiere con la función restauradora del sueño, desencadenando fatiga crónica y exacerbando el dolor. Este patrón alterado de sueño puede medirse mediante electroencefalograma (EEG) y se ha identificado como una característica común en esta población.
La higiene del sueño se define como un conjunto de prácticas conductuales destinadas a mejorar la calidad del descanso nocturno.(11,12) Diversas investigaciones revisadas (5,6,9), destacan que la implementación de rutinas de sueño constantes, técnicas de relajación, control del entorno de descanso y la actividad física regular pueden mejorar significativamente la calidad del sueño y, con ello, reducir la intensidad del dolor y la fatiga en pacientes con FM.
Russell et al.(13) señalan que aunque los pacientes inicialmente perciben el ejercicio como agotador, este actúa como una estrategia efectiva al mejorar la eficiencia energética y favorecer el sueño profundo. Además, Bigatti et al.(10) destacan que una mejor higiene del sueño también impacta positivamente en los síntomas emocionales, como la ansiedad y la depresión, factores que están estrechamente relacionados con la percepción del dolor.
Desde una perspectiva biopsicosocial, los síntomas emocionales como la depresión y la ansiedad también influyen directamente en la calidad del sueño y en la modulación del dolor.(2,6) Humphrey et al.(26) proponen que la fatiga y el dolor crónico en FM no pueden ser comprendidos sin considerar el componente emocional que los acompaña. Asimismo, Martin et al.(27) señalan que la evaluación subjetiva del sueño puede diferir notablemente de los parámetros objetivos, especialmente en personas con dolor crónico.
Por otra parte, Kleinman et al.(28) desarrollaron instrumentos cualitativos para medir el impacto del sueño en pacientes con FM, reconociendo que las percepciones individuales sobre el descanso nocturno son tan relevantes como las medidas fisiológicas.
Aunque el tratamiento farmacológico, como el uso de benzodiacepinas, puede ayudar a conciliar el sueño, múltiples estudios advierten sobre sus efectos secundarios y su baja eficacia para mantener el sueño profundo.(6,7) Por ello, se enfatiza la necesidad de intervenciones no farmacológicas, como la higiene del sueño, que puedan ofrecer beneficios sostenidos sin consecuencias adversas a largo plazo.(12)
El estigma asociado a la fibromialgia, por tratarse de una enfermedad invisible, también afecta el abordaje terapéutico. Estudios cualitativos como los de Cunningham & Jillings(29) y Lempp et al.(3) resaltan cómo las experiencias personales y culturales modulan la forma en que los pacientes enfrentan su enfermedad, lo cual influye también en la adherencia a las recomendaciones sobre higiene del sueño y otras intervenciones conductuales.
CONCLUSIONES
La fibromialgia es una afección multidimensional en la que el dolor, la calidad del sueño y los factores emocionales están profundamente interrelacionados. La hipersensibilidad al dolor observada en estos pacientes no puede entenderse sin considerar la disfunción del sueño y el impacto del estrés emocional. La higiene del sueño emerge como una herramienta terapéutica clave, capaz de romper el ciclo vicioso entre dolor y descanso deficiente, mejorando no solo el bienestar físico, sino también el estado de ánimo y la funcionalidad general. Para un abordaje eficaz de la FM, es fundamental adoptar una perspectiva biopsicosocial que integre tratamientos médicos, intervenciones conductuales y apoyo emocional, atendiendo tanto los síntomas visibles como los aspectos invisibles de esta compleja condición.
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FINANCIACIÓN
Ninguna.
CONFLICTO DE INTERESES
Ninguno.
CONTRIBUCIÓN DE AUTORÍA
Conceptualización: Yamila Abib Picaso, Karina Bustamante Galarza.
Curación de datos: Yamila Abib Picaso, Karina Bustamante Galarza.
Análisis formal: Yamila Abib Picaso, Karina Bustamante Galarza.
Investigación: Yamila Abib Picaso, Karina Bustamante Galarza.
Metodología: Yamila Abib Picaso, Karina Bustamante Galarza.
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Redacción – revisión y edición: Yamila Abib Picaso, Karina Bustamante Galarza.